miércoles, 25 de marzo de 2009

El espíritu oligarca del gobierno de Juan Evo y su cleptocracia


Editorial de la revista Piedra Libre, marzo de 2009


"Más miedo le tengo al espíritu de oligarcas que hay en cada uno de nosotros que a los que vencimos el 17 de octubre...", Eva Duarte de Perón, 1946.


Con esta arenga la dirigente política más polémica y popular de América del Sur, enfrentó desde el balcón de la Presidencia de la República Argentina a las roscas que se instalaban alrededor de Perón.


El “cambio” que decía desplazar un régimen de oligarcas se cumplía con la llegada de quienes ambicionaban ser como ellos.


Sesenta años después, Juan Evo Morales va dando todas las muestras de que cumple con el debilitamiento de las instituciones de la democracia, para ensañarse hasta la destrucción de quien le pueda hacer sombra en su plan de perpetuación en el poder, defenestrar cualquier instancia de apelación de los derechos ciudadanos y las garantías judiciales e impulsar la cleptocracia con dirigentes obsesionados por convertirse en tan nuevos ricos como cualquier funcionario corrupto de anteriores administraciones.


El espíritu oligarca ha copado al masismo y qué triste paradoja de la historia, el 17 de octubre de 2003 va ganando su lugar en los libros como el “cambio” trágico de dueños del poder para que nada cambie.


La realidad avergüenza al menos informado.


La Asamblea de Derechos Humanos que funcionó durante los gobiernos neoliberales denunciando los atropellos a la Carta Universal hoy es un viceministerio mudo de gobierno, cómplice de la detención paramilitar de adversarios políticos trasladados a las cárceles de La Paz. El diálogo, tantas veces invocado por los otrora representantes de los más despojados, de los desposeídos, de los invisibilizados, es el monólogo del autoritarismo, la soberbia y el estado de indefensión.


Ya no basta la solidaridad con el ilustre y humillado ex Vicepresidente aymara de la República, un verdadero “don” y “señor”, Víctor Hugo Cárdenas, su familia y su casa de Huatajata a orillas de la “maravilla” del Lago.


Ya no basta la búsqueda de mecanismos de inclusión con un gobierno excluyente, fascista, irresponsable y ajeno a la vida y gestión de un país.Ya no basta el discurso contra el Gobierno ni la queja internacional.


Ya no basta preguntarnos qué hacemos, que estamos de acuerdo que las cosas están mal.


Es hora que la democracia empiece a funcionar cada día y no engañarnos con que alcanza ir a votar. Ni derechos ni obligaciones: asumamos la responsabilidad diaria, aquella que nos da la opción de elegir y ser consecuentes -abandonada a nuestra comodidad- de ejercer ciudadanía desde lo poco que queda de ella.

viernes, 20 de marzo de 2009

Marzo - Piedra Libre 47


Acá va un adelanto de lo que viene en la revista mensual Piedra Libre en su edición de marzo de 2009. ¡Reserve su ejemplar!


Editorial: El espíritu oligarca del gobierno de Juan Evo y su cleptocracia


Rincón del mundo: Isla Negra, el lugar sagrado de Neruda


Del bueno: Al otro lado del río, otro norte es posible Red Latinoamericana de Ciudades Solidarias


Esto quema: La fórmula de Albert Einstein contra la crisis


Sin censura: Las plagas, Evo, el dengue y el dengue-dengue


La mundi: Darwin debe morir Bicentenario del nacimiento del autor de la teoría de la evolución


La hora del planeta: Este sábado 28 de marzo a las 20:30 hs. apagamos la luz por la conservación de nuestra casa mayor, la Tierra


Modo de vida: Qué nos da felicidad / Ideas de bienestar en tiempos de tormenta


Marca Registrada / Novedades empresariales


Libros / Cine / Novedades


La cocina de Inés

martes, 10 de marzo de 2009

De la dictadura populista sindical, las logias paceñas y el Comité cruceño

Editorial de Piedra Libre / Febrero de 2009

A este título se ha reducido la política nacional. No hay que darle muchas vueltas. El Gobierno de Juan Evo Morales ha sabido capitalizar el “trabajito” de las transnacionales indigenistas y apropiarse de un discurso noventero que mantiene con excelentes honorarios a la burocracia profesional del tercer mundo latinoamericano.

El triunfo del MAS y su llegada al Poder Ejecutivo fue apenas un cambio de nombres y de colores para las logias paceñas, ya instaladas con sede principal en Santa Cruz de la Sierra, silenciosas y menesterosas, empujando por debajo de cuerda la implantación del neoimperialismo incaico en el territorio de las llanuras.

No hay logio paceño que no se pasee por la Monseñor Rivero, avenida cruceña de actualidad y moda social, reuniéndose entre sí, continuando sus relaciones culturales y empresariales para reproducirse, ajenos a las reivindicaciones autonómicas, identitarias y económicas de la forma de vivir cruceña. La dictadura populista sindical en ciernes no toca sus intereses.

El silencio de los paceños es un llamado de atención a las estrategias de política regional que se implementen en los próximos días.

En torno al cambio de Directiva del Comité pro Santa Cruz, los intríngulis tienen poco de sorprendente, aunque haya varias lamentaciones y heridos en su amor propio por el previsible resultado. Varios ex presidentes votaron a Herland Vaca Díez a la presidencia, y blanco para las Vicepresidencias.

Guido Náyar, acusado en los pasillos de “político”, obtuvo una gran victoria contra sí mismo: si alguien piensa que por ir solo la tenía ganada, es complejo enfrentar una elección sin candidato adversario, porque da lugar a que el elector dé por hecho su victoria y provoque la tentación de dejar en blanco una casilla antes de marcar sí por el polémico ex Ministro de Gobierno. El voto duro triunfó -como es tradición en la institución más representativa del corporativismo local- por plancha. Tampoco había alternativa. Para quienes piensan en que la había, uno de los candidatos a la presidencia -no lo dijo públicamente y nadie se lo preguntó- mantenía con su bolsillo el entrenamiento armado de grupos irregulares para el caso que se diera “la defensa de Santa Cruz” por la vía violenta. Las desaveniencias internas, más bien personales que institucionales, negaron su apoyo a los “elegidos”.

Hoy por hoy, el Comité pro Santa Cruz tiene a dos representantes del agro cruceño y un antiguo dirigente de la Universidad pública.