miércoles, 7 de enero de 2009

NO a un viejo mundo, SI a un mundo nuevo

Sí a la constitución de una nación de naciones, organizada para la ciudadanía, la decencia, la igualdad de hombres y mujeres que nacen, crecen, se reproducen y mueren en el mismo mundo.
Por eso NO, a una CPE que discrimina a las personas en “indígenas originarios campesinos” y los demás.

Sí a la constitución de una nacionalidad que nos dé sentido de pertenencia.
Por eso NO a una CPE que desconoce que somos hijos de un Dios y/o descendientes de Cromagnon, que nadie es originario de otra parte más que del seno de su madre.

Sí a la constitución de un Estado para la comunidad, que nace descentralizado, de abajo y de adentro, hacia arriba y hacia fuera.
Por eso NO a una CPE que repite la verticalidad de la gravedad –o del capitalismo que combatimos- cuando somos las personas las que constituimos a la autoridad.

Sí a la constitución de militancia por principios y valores inherentes al ser humano y a su vida en sociedad.
Por eso NO a una CPE desintegradora y basada en los objetivos que el financiamiento del primer mundo culposo otorga a vividores en el tercer mundo para reivindicar odio, dolor, mentira y pasado.

Sí a la constitución de hablas, costumbres y tradiciones como riqueza cultural de los pueblos.
Por eso NO, a una CPE que las redacta con frases de odio, segregación, confusión y obsolescencia.

Sí a la constitución de derechos y garantías fundamentales de las personas, de los cuales derivan los deberes que los protejan.
Por eso NO a una CPE que superpone grupos y masas sobre la razón del individuo.

Sí a la constitución de la historia, de la familia y de la educación.
Por eso NO a una CPE que encarcela la formación en casilleros de militancia.

Sí a la constitución de formas de Estado más próximas a la geografía, a las formas de producción y al mejor ejercicio de ciudadanía de las personas.
Por eso NO a una CPE que nos complica la comprensión y el acceso al Estado.

Sí a la constitución de un país sin puntos ni rayas, en el que nos demos todos las manos.
Por eso NO a una CPE que nos cambia provincias por regiones y territorio por clases sociales tan inventadas como las coloniales y las incaicas.

Sí a la constitución de un sistema de educación y de salud público, gratuito y universal.
Por eso NO a una CPE que mantiene estos derechos fundamentales como un patrimonio de sindicatos y de poder.

Sí a la constitución de un país libre de producción de ilícitos.
Por eso NO a una CPE que deja a la reglamentación de leyes lo que nos hace daño.

Sí al referéndum de los temas que nos afectan y entendemos como ciudadanos.
Por eso NO a una CPE que nos pregunta cuántas hectáreas hay que tener, sin que la mayoría sepamos cuántas vacas o cuántos girasoles se precisan para producir un metro cuadrado.

Editorial de Piedra Libre 44, diciembre de 2008

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