Editorial de la Revista Piedra Libre 49 (mayo de 2009)
Una persona muy cercana me contaba en tono triste y resignado que el esposo insistía en vender su único bien patrimonial, la casa familiar recién construída a punta de crédito, temeroso de la confiscación propia de un Estado comunista. Ella, agobiada por tanto sueño cayéndose al piso y tanto esfuerzo en trabajar para pagar el sueño, ya sólo dice: “Si te hace feliz, vendela”.
La crisis económica mundial y el anuncio de cualquier pandemia son menos aterradores para la pequeña Bolivia clase media que sobrevive en la legalidad de trabajar, pagar impuestos, educar hijos y conducirse con decencia.
Juan Evo Morales lo ha logrado. Jodió con la Constituyente años y ahí está su Constitución usándose como papel higiénico de funcionarios de Gobierno. Jodió con la recuperación de las empresas del Estado y ahí están “nacionalizadas” para el tesoro general de conmilitones. Jodió con el socialismo del siglo pasado y ahí está inventando la guerra fría que lo sustente.
Jodió con que autonomía era separatismo condenable y ahí está inaugurando “casa autonómica” en medio de la oligarquía acusada en lugar de su plan de viviendas sociales. Jodió en parecerse a Chávez hasta en crear la persecuta de asesinato del presidente y ahí está cayéndose a pedazos la tramoya montada para que así parezca.
Jodió con que entren la chatarra motorizada que circula en nuestras calles y la ropa usada en quién sabe qué lugar del planeta y ahí está divirtiéndose con el despelote de tráfico vehicular y de enjambres de informales y la inseguridad sembrada con autos convertidos en máquinas de matar y vestimenta dispersando enfermedad, todo en los principales centros urbanos del país.
Jodió con los movimientos sociales y sus prácticas ancestrales y ahí están las jaurías de hienas degollando perros, quemando casas, chicoteando familias.
Jodió con que los indígenas y campesinos son seres de otro planeta y no simples ciudadanos como cualquier humano y ahí está legalizada la waikeada y vejado su hermano de especie por pensar diferente.
Jodió con que la coca es buena y santa y ahí está el Chapare de sus sueños convertido en zona franca de narcos y nuevos ricos.
Jodió con que la prensa miente y se vende y ahí está la estatal Televisión Boliviana, botín político para el presidente de turno, declarada, después de tres años de su administración, impunemente en quiebra.
¿A quién hay que matar hoy, jefe? ¿A quién vamos a joder ahora, jefecito? Así parecen preguntarse cada mañana los acólitos de su entorno y así se despierta la gente de este país, que quiere trabajar y ser feliz, pensando en qué jodeputa le va a venir a patear o quitar la casa, llevarse un familiar o un amigo, mirarlo con cara de si no sos masista no tenés pasaporte ni título de bachiller ni nadie a quien podás quejarte.
